“Hay una falta de confianza en los gerentes, quienes reducen sus expectativas de remuneración ante el temor de quedar cesantes por un tiempo prolongado y obligarse a bajar sus niveles de gastos personales”, señala el académico del Centro de Desarrollo Gerencial de la Universidad de Chile, Sergio Motles.
Según la experiencia de Ana María Icaran, directora fundadora de Icaran Headhunters, después de los cuatro primeros meses de búsqueda se comienza a percibir una mayor flexibilidad de parte de los candidatos. “Es mejor estar empleado con un ingeso mensual asegurado, aunque sea menor, que estar sin nada. En períodos de ajuste económico es un fenómeno que se da y no me parece terrible ajustarse hacia la baja; el mercado funciona así”, dice.
Sin embargo, Eduardo Antunovic, socio de Caldwell Partners, dice que es una mala decisión a largo plazo para la empresa. “Si la persona se emplea por un 20% menos, no se olvida con tanta facilidad de esa diferencia. Es posible que en el momento en que encuentre algo con mejores condiciones, su grado de compromiso y lealtad sea menor”.
A su juicio, una disminución de hasta el 15% es razonable. Sin embargo, Icaran indica que se pueden dar de buena forma reducciones de hasta 30%, en la medida que se trate de cargos de responsabilidad similar. “Alguien con una experiencia amplia se va a aburrir en una posición más baja, lo que al final va a ser un problema”, señala la ejecutiva.
Según el estudio, el 69% de los gerentes está abierto además a emplearse en un cargo más bajo. Para Antunovic, estos casos son aún más delicados que el ajuste salarial: “Psicológicamente es muy duro, porque se siente como un golpe en la autoestima y en el reconocimiento de los demás”.
Gerentes desempleados se concentran en sector industrial
Más allá de ajustar el sueldo o los niveles de cargo Antunovic recomienda que los gerentes flexibilicen otros criterios de búsqueda: “Hay que abrirse a todas las industrias y considerar cambiarse de rubro”.
Según el informe de Icaran, la mayor cantidad de altos ejecutivos desempleados se concentra en el sector industrial (21%) y en el de servicios financieros (18%), mientras que los de turismo e inmobiliario abarcan el 2%, respectivamente.
De todas formas, Antunovic cree que más que industrias puntuales, hay cargos fuertemente golpeados que atraviesan distintas actividades productivas. “Se ve más desempleo en las gerencias comercial, de márketing y de ventas. Las firmas están siendo más cautelosas y no se embarcan en nuevos proyectos, sino que están priorizando la eficiencia, por lo que las mayores oportunidades están en el área de control o finanzas, por ejemplo”, concluye.
